Escolios de un texto implícito

Hace años escuché sobre la muerte de un pensador colombiano de amplio reconocimiento en los círculos intelectuales europeos, pero casi desconocido en Colombia: el Maestro Nicolás Gómez Dávila .

Hoy en la ociosidad de las ultimas horas de la tarde del viernes, cuando por lo general estoy haciendo cualquier cosa menos trabajando, me encontré -no sé ni cómo- con esta joya que deseo compartir con mis amigos blogguers y los eventuales visitantes.

http://nicolasgomezdavila.blogspot.com/

Este blog es una recopilación, que a modo de abrebocas nos acerca a la obra del maestro.

Acompaño este post con una pequeña muestra de sus frases, o "escolios", que transmiten con su contundencia la aguda ironía del maestro y su corrosivo sentido del sarcasmo:

Cuando el diálogo es el último recurso, la situación ya no tiene remedio.

El que se precia de "haber vivido mucho" debe callar para no demostrarnos que no ha entendido nada.

Escuchar al prójimo es una de las más penosas obras de misericordia.

Los tontos se dividen en dos clases: los que “quieren ser como los demás”. Los que “no quieren ser como los demás”.

Saber cuáles son las reformas que el mundo necesita es el único síntoma inequívoco de estupidez.

Cuando nos urja aprender de algo mas vale interrogar al inteligente que lo ignora que al tonto que lo sabe.

Tolerar hasta ideas estúpidas puede ser virtud social; pero es virtud que tarde o temprano recibe su castigo.

El egoísta posiblemente no sepa lo que le conviene, pero no actúa, por lo menos, como si supiera lo que conviene a los demás.

Para preservarnos del embrutecimiento, basta evitar conversaciones de jóvenes y diversiones de adultos.

Madurar no consiste en renunciar a nuestros anhelos, sino en admitir que el mundo no está obligado a colmarlos.

Ya mismo me voy a conseguir el libro!!!

Pero por lo pronto, acá está el texto parcial escaneado en el Todopoderoso Google.

Escolios de un texto implícito.

Quien dijo piratería?

Hoy conocí esta herramienta de búsqueda de libros en google, y se me está dañando el corazón.