El Camino de Regreso a Casa


Fer llegó exhausto a su apartamento luego de una agitada jornada, abrió la puerta y a través de la penumbra se dirigió al baño para remojarse la cara, al encender la luz constató con horror que estaba en una casa que no era la suya.

No recordaba nada, la imagen de Julián seguía fija en su mente y su cuerpo había llegado hasta allá solo; era algo hilarante, absurdo... Irreal!!

Julián era la inconstancia hecha carne; ya andaba intentando con la tercera carrera sin haberse dedicado de lleno a ninguna: Contabilidad, Comunicación Social y ahora Diseño Gráfico; últimamente también andaba metido en el grupo de teatro de la universidad donde con mas ego que talento alimentada unos deseos inm
ensos de irse sin saber ni como para Barcelona, Buenos Aires o por lo menos, hasta Bogotá a buscar fortuna.

Los dos últimos meses su vida habían s
ido un infierno, algo terrible para alguien que pensaba que tenía su vida resuelta: cuarenta y tantos muy bien llevados, una carrera profesional con trabajo asegurado y salud envidiable; sin ser ningún millonario Fer vivía cómodamente en su pequeño apartamento que le permitía disfrutar del bien mas preciado para cualquier homosexual: La independencia.

Se gustaron desde el primer momento: Fer quedo prendado de su juventud y energía vital, Julián sintió que había encontrado quién le pondría orden a su caótica vida y le ayudaría a encaminar sus alocados sueños; no parecían tener mucho en común pero lograron conjugar el hambre de carne joven por un lado con la oportunidad de abrigo en puerto seguro por el otro.

Fer sentía que se estaba volviendo loco; no entendía como había llegado a este punto; siendo todavía muy joven cuando aquel ingrato jugó con sus sentimientos y le robó su inocencia, el mismo se había jurado que sin importar lo que ocurriera nunca perdería el control de su destino.

Aunque su corazón albergaba el recuerdo de media docena de amantes, su piel las delicias de una serie de aventuras ocasionale
s y su sexo los incontables encuentros anónimos en saunas y cuartos oscuros; nunca mas había permitido que alguien le enredara la vida... Hasta ahora.

A Julián la necesidad de Fer se le fue transformando en complacencia mientras a Fer el deseo por Julián se le convirtió en cariño; las visitas del uno a casa del otro se fueron haciendo mas frecuentes y largas de manera que a Fer no le pareció extraño el día que Julián se apareció sin previo aviso con dos cajas llenas de ropa y unos cuantos libros para instalarse definitivamente.

Fer no tenía absolutamente nada y los chequeos médicos no arrojaron ningún resultado de que preocuparse, sin embargo no conseguía mantener la concentración, lucía cansado y estaba irritable.

Con frecuencia le veían hablando solo por los pasillos y permanecía
sentado con la mirada perdida frente a la pantalla de su computador mientras el trabajo se acumulada.



La frase "Yo sé lo que mas te conviene" era respondida con un "Lo e
stoy haciendo por tí"; mas temprano que tarde la pasión se percibió como una obligación y el afecto se volvió un compromiso.

Tan rápido como empezó... Se terminó.

Fer pensaba en Julián todo el día, insistía en llamarle aunque una voz metálica siempre le respondiera "Línea Fuera de Servicio"; lo buscó en los bares que frecuentaban, en las discotecas que no acostumbraba y hasta en los chochales que aborrecía.

Julián desapareció un día cualquiera dejando una nota llena de frases huecas, Fer quedó en medio del limbo tratando de entender desde su óptica racional la irreflexiva actitud de su protegido.

Esta había sido otra noche de búsqueda i
nfructuosa; con el grifo abierto, y la cara sudorosa frente al espejo recordó que ya había entregado su departamento en alquiler desde hacía tres semanas pero en un descuido imperdonable había omitido entregar su propio juego de llaves.

Su hogar estaba cargado de recuerdos, la sola idea de regresar todos los días y no encontrarle lo irritaba, se sentía inmensamente solo, abandonado y sin destino: Algo que no había experimentado nunca en su vida.

Recorriendo ese espacio que ahora le era ajeno, trató de escuchar algún sonido familiar, percibir un aroma peculiar, o descubrir algún objeto que hubiese dejado olvidado; sin embargo no existía nada que le evocara a Julian, éste ya no era su espacio.... No era su vida.

Salió nuevamente a la calle y se perdió entre las sombras; recorrió las calles sin rumbo porque tampoco tenía la menor idea de como regresar a su casa.


Nunca se les volvió a ver...
Nunca se le volvió a ver.


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Comentarios a mi post anterior.

@Merlín: Representar una historia cotidiana donde el espectador se puede ver reflejado es la esencia del teatro del absurdo, y en eso todos nos sentimos identificados... además me encanta Billy Joel.

@Joker: "Todos llevamos una Diva adentro con predisposición patológica al drama, al relumbrón y el oropel"; ademas "El día que aprendas a vivir con la Reina que llevas dentro, le saques provecho y te puedas reir de eso, no solamente serás un mejor homosexual; tambien serás un mejor ser humano"... He dicho.

@Milo: Mi apreciado parcero, rin rin renacuajo tiene su gracia, aunque reconozco que Monica Naranjo, es caso aparte.... lo mío está aquí, y aguanta para un post completico; gracias por el apunte.

@Jako: Mi joven amigo, estás descubriendo una de las verdades de a puño del ambiente gay; los amantes, machuques y encarretes van y vienen; los buenos amigos te durarán toda la vida.


Comentarios

Milo Gasa dijo…
Hmmm... ¿alguien más va llorando en un taxi, no importa la dirección?, ¿y si su amor se ha perdido en un bar de sacrificio y tempestad?, ¿perdiendo el amor por el gusto por el lujo?...

¿Por qué diablos sigo reproduciendo a Mónica Naranjo en mis comentarios a ti?... jejejeje...

... Pero bueno, creo que la verdadera pregunta es, ¿qué tan real es esta historia?, ¿habrá una secuela?, ¿algo así como una búsqueda por fumaderos de opio, casas de prostitución, expendederos de droga?... quedé como iniciado.

Un abrazote
JP dijo…
Si este era el estilo de relato que buscabas... diste en el punto.

Casi alcancé a sentir el pavor de entrar en una casa desconocida para mi...

Me gustó...MUCHO.
Gustavo Puntila dijo…
El arte de desaparecer sin dejar rastro... Cómo hacerlo sin que se pierdan buenos recuerdos? cómo hacerlo para que sentimientos detestables no aparezcan? será una solución perderse entre las sombras?

Abrazo Monchis!
Unknown dijo…
Eso es lo que mas duele, que de pronto tu casa ya no es mas tuya....
jako dijo…
Creo que jamás comprenderemos lo que puede llegar a significar alguien para nosotros… la ausencia de un amigo, de un amor son definitivamente heridas muy difíciles de cerrar.

Muy bonito… un abrazo muy especial
Memoria de HUMO dijo…
Muy buen relato. Logras meterlo a uno en la historia, transmitiendo la desolación del personaje. Interesante el uso de los flashback que le dan mucha dinámica al texto. Independinetmente a si es autobiográfico o no, lo cierto es que cuentas cosas que en uno u otro momento hemos vivido o percibido.
Gracias
Carlos Arango
Haldar dijo…
Excelente la manera de relatar la historia, los tiempos, que a la vez de separados, van juntos: no puede excistir uno sin el otro. Abrazos
Gino Cali dijo…
Te felicito, tu estilo de narrativa es espectacular y lo envuelves a uno, tu forma de escribir me gusta cada vez mas. La historia funciona muy bien mi querido amigo, logras tu cometido y es que se lea todo tu post. un abrazo desde Cali
Gustavo Puntila dijo…
Y esa desaparición querido Sr. Monchis? Un mes sin escribir!

Abrazos y reaparece!

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