Te amo Mamá

En repetidas ocasiones he mencionado que no tengo una buena relación con las mujeres; ya sea por desconfianza, ausencia de apetito por sus encantos, algunas malas experiencias o tal vez un poco de todo.

En mi mundo solo existen hombres: mis amigos, unas cuantas curiosidades y algunas tentaciones innombrables.

Hay también un amor platónico eterno, una pasión tormentosa que aun me mueve el piso, últimamente un angelito travieso y por supuesto Mi Hombre.

Pero de mujeres... pocón, pocón.

El motivo de este post es escribir algunas frases sueltas a la única mujer que realmente SI ocupa un lugar en mi vida: MI MADRE.

A veces, uno tiene ciertos chispazos de ingenio y logra caer en cuenta de ciertas verdades acerca de si mismo, y cuando eso pasa ve las cosas completamente claras y se pregunta porqué no entendió antes algo que ahora resulta tan evidente.

Sí, tengo un complejo de Edipo enorme; pero es que como mi Mamá.... NINGUNA!!!.

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Mamá,

Ya soy un hombre hecho y derecho, tengo mi vida independiente, pero aún me gusta llamarte a diario.

Tú no has tenido que pasar por una universidad, para que te considere la persona mas inteligente que he conocido... Porque inteligencia no son títulos ni cartones; inteligencia es SABER VIVIR.

Y "saber vivir", como tú lo haces es adaptarte al entorno, a lo que la vida te trae y conservar siempre el entusiasmo, el optimismo y la buena energía.

La cocina no es tu fuerte, yo en cambio me defiendo y no me sale tan mal; sin embargo como quisiera tener tu porte, elegancia y clase; yo a veces me la paso de torpe y descuidado.

Ante ti me siento a veces mojigato, me sorprendes con tu amplitud de criterio, curiosidad y apertura mental.

No son muchos los que pueden decir como yo, que asisten al festival de cine gay en compañía de su Hombre y de su Madre.

Aún recuerdo aquella vez que insististe en que te lleváramos a la discoteca de moda porque te morías de ganas de ver la presentación de tu peluquero, y como disfrutaste mientras representaba a Sara Montiel, Maria Dolores Pradera y Helenita Vargas; y aunque en la pista desfilaron las divas famosas, tu fuiste la Reina en una mesa donde solo había hombres.

Yo aspiro poder vivir sin ataduras al pasado, disfrutar intensamente el presente, y soñar con el futuro... Eso lo heredé de ti.

También me regalaste tus ojos, tu sonrisa y tu actitud.... Cómo quisiera llegar a tus años con tu energía y entusiasmo.



Yo no te daré un nieto... pero adoras a Mi Hombre como si fuera tu propio hijo.

Entre EL y tu se ha desarrollado una complicidad traviesa y amorosa, tu le entiendes con solo mirarle, tienes la habilidad para hacerlo reír o el apunte preciso para hacerlo rabiar.

Y sí...
EL te quiere tanto o mas que yo.

Y no...
Aun no me ha dado hemorroides, quédate tranquila.


TE AMO MAMÁ.