Los Noventa... La Cultura Gay
Retomo con esta publicación el relato sobre la evolución del mundo Gay en Medellín desde los años setenta hasta la fecha tal y como el autor los ha vivido sin ninguna pretensión de análisis sociológico o psicológico.
Si de los Setenta tengo referencias por mis amigos mas veteranos y en los Ochenta hice mis primeros pinitos, los Noventa fueron explosivos por ser la época en que definitivamente logré exorcizar mis viejos demonios, pero también porque aún resonaban en mis oídos los ecos amargos de los estallidos de los carros bomba.
Al parecer no solamente yo estaba saliendo del clóset... por esta época comenzó a percibirse nuestro "asunto" mas allá de una preferencia sexual y fue tomando fuerza el concepto de comunidad de gustos afines en moda, lenguaje y todas las particularidades que abarcan la palabra GAY. Paralelamente, luego de algunos años francamente inciertos las ferias organizadas por Inexmoda se consolidaron como los iconos inconfundibles de la ciudad, influenciando de manera permanente la estética al imponer un estereotipo de belleza que se hace patente hasta la época actual.
La Rumba Gay de los noventa tuvo su epicentro en la calle 44 (San Juan,) aunque paradójicamente en ese mismo sector La tradicional Zona Rosa de la carrera 70 fue perdiendo brillo frente a nuevas alternativas sobre la calle 10 y el Parque Lleras en el sector del Poblado.
Recuerdo especialmente a Barro´s Bar, porque fue la primera taberna en Medellín con la audacia suficiente para tener ventanales abiertos a la calle, de tal manera que desde el exterior podía verse quien estaba adentro (algo impensable sólo unos años antes), y también La Barra, un semi sótano mal ventilado con la mejor música crossover donde bailé de lo lindo con los primeros hits de Shakira..
Toque de Queda y Plataforma fueron las joyas de la corona; en ambas discotecas la misma receta simple compuesta por amplios espacios para bailar, muy buen sonido y shows permanentes, capturaron la atención de tal manera que su éxito pronto trascendió los límites del entorno gay y comenzó a ser frecuentada por parejas hetero, quienes inicialmente de manera discreta y con cierto recelo se acercaron a estos lugares en los cuales fácilmente se contagiaban de la energía del lugar y terminaban disfrutando la fiesta medio de todos nosotros en un ambiente de tolerancia y camaradería hetero-homo, que escasamente he vuelto a ver.
Desafortunadamente, la fama de Plataforma como sitio alternativo para la rumba straight, terminó espantando a los habituales clientes quienes preferimos mudarnos unas cuadras mas arriba a Toque de Queda donde rápidamente se percataron de la importancia de ser mas selectivos en el derecho de acceso... Es que aquello del "Outing" que hoy en día no escandaliza a nadie era un asunto de marca mayor hace apenas 10 años en una ciudad consagrada al culto de San Judas Tadeo y la Santísima Virgen María Auxiliadora.
En "El Bajo París" junto a la venerable Catedral Metropolitana en pleno centro de Medellín prosperaron una serie de establecimientos mas bien precarios denominados comunmente "Chochales", donde los ritmos tropicales eran matizados con música de peluquería para hacer las delicias de la clientela.
El mejor de todos se llamaba "Labios", famoso por sus fiestas temáticas y clientela variopinta, un magnifico lugar para tal y como dijera alguna vez mi parcero Milo Gasa, los niños rosa pudiésemos mojar cuco a causa de algún malandro con mirada de fiera y lenguaje barriobajero.
Sin que exista ninguna razón especifica "Los Puentes" era el sector habitual de remate, y es así como sobre los deprimidos de la Avenida Oriental se apuraban los ultimos tragos o se buscaba lugar donde seguir la rumba hasta el amanecer siempre y cuando hubiera dónde y con quien.
Por iniciativa de los administradores de Labios y Toque de Queda se organizó la primera marcha de orgullo Gay en el año 97 ante la mirada atónita y curiosa de la gente que no podía creer semejante despropósito en la vía publica y a plena luz del día.
Ese año fueron algo así como 20 locas de las mas bravas.
Al año siguiente 500... a la tercera no solo miré, también marché y sentí que finalmente algo de verdad importante venía en camino.
Hoy, 12 años después ya le perdí la cuenta a los asistentes.... y estoy seguro que cada vez seremos mas y mas.
Si de los Setenta tengo referencias por mis amigos mas veteranos y en los Ochenta hice mis primeros pinitos, los Noventa fueron explosivos por ser la época en que definitivamente logré exorcizar mis viejos demonios, pero también porque aún resonaban en mis oídos los ecos amargos de los estallidos de los carros bomba.
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Al parecer no solamente yo estaba saliendo del clóset... por esta época comenzó a percibirse nuestro "asunto" mas allá de una preferencia sexual y fue tomando fuerza el concepto de comunidad de gustos afines en moda, lenguaje y todas las particularidades que abarcan la palabra GAY. Paralelamente, luego de algunos años francamente inciertos las ferias organizadas por Inexmoda se consolidaron como los iconos inconfundibles de la ciudad, influenciando de manera permanente la estética al imponer un estereotipo de belleza que se hace patente hasta la época actual.
La Rumba Gay de los noventa tuvo su epicentro en la calle 44 (San Juan,) aunque paradójicamente en ese mismo sector La tradicional Zona Rosa de la carrera 70 fue perdiendo brillo frente a nuevas alternativas sobre la calle 10 y el Parque Lleras en el sector del Poblado.
Recuerdo especialmente a Barro´s Bar, porque fue la primera taberna en Medellín con la audacia suficiente para tener ventanales abiertos a la calle, de tal manera que desde el exterior podía verse quien estaba adentro (algo impensable sólo unos años antes), y también La Barra, un semi sótano mal ventilado con la mejor música crossover donde bailé de lo lindo con los primeros hits de Shakira..
Toque de Queda y Plataforma fueron las joyas de la corona; en ambas discotecas la misma receta simple compuesta por amplios espacios para bailar, muy buen sonido y shows permanentes, capturaron la atención de tal manera que su éxito pronto trascendió los límites del entorno gay y comenzó a ser frecuentada por parejas hetero, quienes inicialmente de manera discreta y con cierto recelo se acercaron a estos lugares en los cuales fácilmente se contagiaban de la energía del lugar y terminaban disfrutando la fiesta medio de todos nosotros en un ambiente de tolerancia y camaradería hetero-homo, que escasamente he vuelto a ver.
Desafortunadamente, la fama de Plataforma como sitio alternativo para la rumba straight, terminó espantando a los habituales clientes quienes preferimos mudarnos unas cuadras mas arriba a Toque de Queda donde rápidamente se percataron de la importancia de ser mas selectivos en el derecho de acceso... Es que aquello del "Outing" que hoy en día no escandaliza a nadie era un asunto de marca mayor hace apenas 10 años en una ciudad consagrada al culto de San Judas Tadeo y la Santísima Virgen María Auxiliadora.
En "El Bajo París" junto a la venerable Catedral Metropolitana en pleno centro de Medellín prosperaron una serie de establecimientos mas bien precarios denominados comunmente "Chochales", donde los ritmos tropicales eran matizados con música de peluquería para hacer las delicias de la clientela.
El mejor de todos se llamaba "Labios", famoso por sus fiestas temáticas y clientela variopinta, un magnifico lugar para tal y como dijera alguna vez mi parcero Milo Gasa, los niños rosa pudiésemos mojar cuco a causa de algún malandro con mirada de fiera y lenguaje barriobajero.
Sin que exista ninguna razón especifica "Los Puentes" era el sector habitual de remate, y es así como sobre los deprimidos de la Avenida Oriental se apuraban los ultimos tragos o se buscaba lugar donde seguir la rumba hasta el amanecer siempre y cuando hubiera dónde y con quien.
Próximanente.... El Nuevo Mileno.
Comentarios
¡Al fin regresas, que se te extraña mucho por la blogsfera! Y te sobras con este post nostálgico. ¡Qué tiempos aquellos! La Medellín puritana de María Auxiliadora, el Divino Niño y San Judas Tadeo arrasaba con esos sitios en San Juan y los Puentes de la Oriental. Cómo olvidar a Lucho´s -1 y 2-, Plataforma, la Misión, Labios, Hombres... donde entrábamos asustadizos a bailar chucuchucu y a Madonna, a ligar con el tinieblo macarra, a darnos los primeros besos en público, a sentirnos cosmopolitas...
Genial... Espero la continuación de tan sociológico análisis.
Abrazos mágicos y púrpuras
A la espera del nuevo milenio y toda esta locura de la anorexia EMO-litica. Un abrazo Se le extraño y mucho!.
Un abrazote.
Conociendo al otro Monchis comprendo tu ausencia y, como lo mencioné por el interno, la aplaudo (por no decir que la envidio).
Los 90s fueron el punto de partida de los derechos reconocidos en la nueva constitución, de ahi la representatividad de esos primeros experimentos de crear lugares de homosocializacion despues de siglos de represión.
Podria decir que en tu análisis de los tiempos mas recientes, se puede hacer un trazo tan bien hecho que cada blogger colombiano tendra su granito para aportar... entre ellos este servidor.
Hacía rato que no sabía de usted. Su regreso ha sido espectacular y este post merece un premio por todo lo que nos ha contado en él, sin duda la labor ha sido ardua, sobre todo rememorar (jijijiji). Espero no nos dejes por otra larga jornada. Un abrazo y re-bienvenido.
Lo que si es seguro es que el dulce y bien trabajado estilo tuyo em ha conectado con una medellin de la que solo he oido fragmerntos y me hace pensar en como fue mi Bogotá gay antes de que yo la conociera de esa forma.
Me llama la atención las coincidencias, somos -más o menos- la misma gente, el colectivo nos iguala, somos distintos en la medida de cada uno, pero juntos somos los mismos en todas partes de esta latinoamérica nuestra.
Muy buen post..!!
Sauludos!!
Que buena reseña, así das a conocer ese otro mundo que escapa dentro de ese mundo de una jungla de concreto.
Abrazo!
Super la reseña que me diste acerca de como era la vida "desviada" cuando aún ignoraba mi condición sexual...